agua de lastre de barcos
TERMECA como biocidas oxidantes puede eliminar o inactivar organismos marinos en el agua de lastre. Puede ser efectivo en organismos marinos y también evitar que el agua de descarga se vuelva tóxica por naturaleza. Esta solución actúa destruyendo las estructuras orgánicas de los microorganismos como las membranas celulares o los ácidos nucleicos.
Los grandes buques de carga utilizan agua de lastre para equilibrar su peso y mantenerlos estables durante el viaje. El lastre es un peso adicional que se agrega a un barco cuando descarga su carga; sin él, el barco saldría del agua como un corcho y se volvería inestable.
Cuando los barcos necesitan lastre, el agua se bombea fácilmente a los tanques de lastre desde el mar o las aguas interiores donde se encuentra el barco, lo que agrega peso al fondo y los costados del barco. El agua de lastre se bombea al océano cuando ya no se necesita (cuando es necesario aligerar el peso del barco), por ejemplo, cuando el barco carga.
Los tanques de lastre son una parte integral del diseño de un barco y su número y tamaño varían según el tipo y la construcción del barco. pero, en general, el lastre equivale al 25 % o al 30 % del peso que puede transportar el barco, incluida la carga, el combustible, la tripulación, los pasajeros, los alimentos y el agua, o su tonelaje de peso muerto.
Entonces, como mencionamos que el agua de lastre es esencial para la seguridad del barco, el agua de lastre puede ser dañina para el medio ambiente marino. La carga y descarga de agua de lastre sin tratar puede representar una gran amenaza para el medio ambiente, la salud pública y la economía, ya que los barcos se convierten en portadores de la transferencia y propagación de especies acuáticas invasoras amenazantes, de una parte a otra de los océanos del mundo.
Cuando se bombea agua de lastre a un barco, los sedimentos y los organismos microscópicos también se transfieren a los tanques de lastre. La propagación de estas especies y organismos invasores (como bacterias, microbios, pequeños invertebrados, huevos, quistes y larvas de varios) ahora se reconoce como una de las mayores amenazas para el bienestar ecológico y económico del planeta.
Muchos de estos organismos pueden sobrevivir durante períodos prolongados en ambientes inhóspitos. Cuando se descarga el agua de lastre, los organismos se liberan en el ambiente marino local (incluidos los tanques de lastre de un barco) y pueden amenazar la forma de vida indígena, ya que las especies indígenas comparten un profundo conexión con la naturaleza, su biodiversidad, fauna y aguas.
Tienen una larga e histórica relación con la tierra que los alimenta, tratándola con cuidado y respeto. Muchas comunidades todavía cosechan sus alimentos y medicinas de la tierra. Cuando las especies invasoras interrumpen la disponibilidad de peces y mariscos nativos, amenazan la viabilidad de las fuentes de alimentos y la pesca locales, lo que causa un impacto significativo en estas comunidades.
La Organización Marítima Internacional (OMI) procede con un Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, comúnmente conocido como el Convenio de gestión del agua de lastre.
El Convenio, que entró en vigor en septiembre de 2017, tiene como objetivo evitar la propagación de organismos acuáticos nocivos de una región a otra, mediante el establecimiento de normas y procedimientos para la gestión y el control del agua de lastre y los sedimentos de los buques. Por lo tanto, según el Convenio de gestión del agua de lastre, todas las embarcaciones deben actualizarse con un sistema de gestión del agua de lastre para 2024 para cumplir con el estándar del Convenio de gestión del agua de lastre.
Los sistemas de gestión del agua de lastre eliminan los organismos que se pueden encontrar en el agua de lastre de los barcos y, por lo general, tratan el agua de lastre en un proceso de dos etapas mediante el cual las partículas sólidas del agua se separan primero antes de tratar el agua utilizando una o más tecnologías para destruir organismos marinos potencialmente dañinos en el agua o sedimentos.
Por lo tanto, los sistemas de gestión de agua de lastre utilizan o combinan diferentes tecnologías, como filtros, luz, ultrasonido, calor, electricidad y campos magnéticos (desinfección física) y desinfección química.
Tratamiento químico del agua de lastre
Los biocidas (oxidantes y no oxidantes) son desinfectantes que han sido probados para eliminar potencialmente organismos invasivos del agua de lastre. El biocida incluye dos métodos:
- oxidante
- no oxidante
Biocidas no oxidantes: Los biocidas no oxidantes son un tipo de desinfectante que cuando se usa interfiere con las funciones reproductivas, neurales o metabólicas de los organismos.
TERMECA como biocidas oxidantes puede eliminar o inactivar organismos marinos en el agua de lastre. Puede ser eficaz sobre los organismos marinos y también evitar que el agua de descarga se vuelva tóxica. Esta solución actúa destruyendo las estructuras orgánicas de los microorganismos como las membranas celulares o los ácidos nucleicos.
TERMECA reacciona principalmente con células vivas y en mucha menor medida con compuestos orgánicos. Cuando se encuentra con un organismo vivo, penetra la pared celular bacteriana e interrumpe los procesos internos vitales, inactivando el organismo y también eliminando las películas viscosas de bacterias que se adhieren a las superficies de los tanques de almacenamiento de agua, conocidas como biopelículas.
TERMECA no reacciona con el agua y conserva su eficacia biocida en un rango de pH limitado (como el que se encuentra en el agua de mar), por lo que se considera respetuoso con el medio ambiente. Contrastando con otros desinfectantes, como el ozono y el cloro. TERMECA es un desinfectante muy específico debido en parte a su limitada reacción con compuestos orgánicos. Así, la dosis necesaria de éste en aguas “sucias” es mucho menor que la de cloro u ozono en la misma agua.
.jpg)